Una terapia divertida, efectiva y para todos
La escalada es una habilidad motriz básica o patrón de movimiento natural con el que nacemos y que desarrollamos al gatear o subirnos a los árboles de niños, pero que dejamos de lado al crecer. Sin embargo, es una actividad con multitud de beneficios, como la coordinación del cuerpo para llegar a un agarre, la concentración para realizar un movimiento, la alegría que nos produce conseguirlo, la tolerancia a la frustración al no conseguirlo, la superación del miedo en un entorno controlado, etc.
La escalada terapéutica es una terapia innovadora empleada en Alemania, Austria y Suiza de forma habitual en el ámbito de la prevención, rehabilitación o regeneración. El éxito de esta terapia se debe a la complejidad de los movimientos y al trabajo de todo el cuerpo realizado de forma lúdica, ¡por lo que no percibimos que estamos en terapia!
Otras particularidades de esta terapia son el trabajo de la confianza en el terapeuta y en sí mismo, el aumento de la motivación al lograr los ejercicios y al poder ver el propio paciente su mejora y el componente de aventura, que la aleja de la sensación de “terapia para enfermos” y evita el desencadenamiento de estigmas asociados a otras terapias. Por estos motivos, entre otros, la escalada terapéutica tiene una adhesión enorme y goza de gran popularidad en los países donde se emplea.
Los riesgos reales son mínimos, ya que la altura es muy poca (2,5m aprox.). En caso de considerar la terapia con cuerda la más indicada, los pacientes estarán asegurados con cuerda, casco y arnés.
De esta forma la terapia será individualizada y específica según el paciente.
Los grupos son de máximo 3 pacientes y solo si esta es considerada la mejor opción para los pacientes.
Esta terapia debe ser llevada a cabo por un terapeuta con una formación específica, que determinará la posición de las presas (agarres de manos y pies), el descanso, la intensidad, las repeticiones, los ejercicios, etc. en función del paciente. Cada movimiento en escalada terapéutica favorece el trabajo de cadenas musculares de todo en aparato locomotor, que el terapeuta debe coordinar para compensar y fortalecer las estructuras más débiles. ¡Por eso es importante elegir bien al profesional que nos ayude!
La escalada terapéutica apenas tiene contraindicaciones y está aconsejada para todo tipo de edades (desde niños, hasta personas mayores) y diversas capacidades y nivel físico. Es una buena opción para la prevención, tratamiento e, incluso, retraso de diferentes enfermedades, gracias a su amplio campo de aplicación y su posibilidad de dirigir el movimiento de manera controlada, cuyo objetivo es el restablecimiento del organismo, y una buena alternativa al entrenamiento o ejercicio clásico.
Implica un entrenamiento completo de toda la musculatura, lo que mejora la eficiencia del aparato locomotor. Se entrenan diversas habilidades físicas, como la fuerza (dinámica y estática), la resistencia, la velocidad, la flexibilidad, la coordinación, el equilibrio y la movilidad.
Al ser la superficie de apoyo relativamente pequeña, tanto las extremidades como la faja abdominal o “core” trabajan de forma activa, lo que mejora el control motriz y postural, fundamental ante dolor crónico de espalda, escoliosis, profusiones discales, etc., y el equilibrio.
Además, no solo se entrena la musculatura afectada, sino que todo el cuerpo trabajará de forma armónica.
Cada sesión presenta nuevos objetivos o retos de rápida obtención (hacer un movimiento o una travesía), cuya superación aumenta la motivación intrínseca de los pacientes, así como la confianza en sí mismos, la autopercepción y la autoestima, aspectos fundamentales en enfermedades como depresión, y trastornos alimenticios, entre otros.
Esta terapia implica una constante búsqueda de soluciones a los problemas o ejercicios planteados, lo que fomenta la creatividad y la concentración en el movimiento, así como la orientación visual, necesaria para la precisión en los movimientos. La reducción de la superficie de contacto de pies y manos requiere una mayor focalización y control neuronal que otras actividades en el suelo. Además, esa resolución de problemas se puede extrapolar a la vida diaria.
Al ser la confianza en el terapeuta un aspecto fundamental de la terapia y al realizarse en pequeños grupos en las ocasiones propicias, esta terapia tiene un aspecto social muy importante. Además, la comunicación entre paciente y terapeuta es necesaria para la mejora del paciente, pero también por un tema de seguridad.
Depresión, adicciones, burnout, trastornos alimenticios, trastornos de crecimiento, etc.
Ceguera, sordera, amputaciones, etc.
Autismo, TDAH, dificultad motriz, problemas alimenticios, dificultad en la lectura y problemas de ortografía, etc.
Escoliosis, problemas posturales, inestabilidades musculares, hombro, cadera, rodilla, tobillo, etc.
Dolor crónico de espalda, prótesis, hernias discales, etc.
Esclerosis múltiple, parálisis cerebral, infarto cerebral, Parkinson, etc.
He trabajado como terapeuta del deporte en varias clínicas en Hesse (Alemania) y como terapeuta de escalada terapéutica en Viena.
Empecé a escalar a a los 13 años y desde entonces lo he hecho tanto a nivel recreativo como competitivo. Además de la escalada, practico otros muchos deportes, como senderismo, natación, carrera y entrenamiento funcional.
Especializada en Escalada Terapéutica según el método de Hajo Friederich (Berchtesgaden, Alemania)
Especializada en Escalada Terapéutica por en Instituto de EscaladaTerapéutica (Institut für Therapeutisches Klettern – neuroBILDUNG. Austria)
Máster en Fisiología del Deporte y Terapia Clínica del Deporte (Justus-Liebig-Universität- Giessen, Hessen, Alemania)
Licenciada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (Universidad Politécnica de Madrid)
*Actualmente la terapia la realizo en los rocódromos "Awesome" de Fuenlabrada e "Indoorwall" de Getafe. No obstante, estoy abierta a colaborar con otros centros.
(+34) 616 804 404